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Jose Miguel Gomez
 

Tomas Estrada Palma
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Alfredo Zayas
 
1906-2006 y otros centenarios olvidados
por Marcos Antonio Ramos, Diario de las Americas
 
Mientras seguimos observando de lejos el llamado proceso de sucesión en Cuba, que no incluye un claro relevo generacional, podemos olvidar los centenarios de importantes acontecimientos de nuestra historia, sobre todo la Guerra de Agosto de 1906 que condujo a la Segunda Ocupación Norteamericana. Y aunque nos proponemos ocuparnos de ese acontecimiento, otros centenarios se han cumplido recientemente o están a punto decumplirse.
 
El 28 de febrero de 1903 surgió el Partido Liberal Nacional bajo la jefatura del abogado, poeta e historiador Alfredo Zayas, quien se convertiría en nuestro Presidente con mayor erudición pues llegó a Palacio en 1921. Le acompañaban en 1903 Juan Gualberto Gómez y otros ilustres cubanos que participaron en la fusión de varios partidos. Pronto ingresarían al liberalismo el general Emilio Núñez, Juan Ramón O´Farrill, José Manuel Cortina y otros compatriotas. Los liberales cubanos participaron en las elecciones parciales de 1904 y lograron 11 de los 31 escaños camerales que se discutían. Ese mismo año surgirían el Partido Moderado, considerado como precursor del Partido Conservador Nacional del General Mario García Menocal que llegaría al poder en 1913.
 
Pero no sería hasta el 25 de abril de 1905 que los partidarios de Zayas en el Partido Liberal Nacional y los del general José Miguel Gómez en el Partido Republicano Conservador de Las Villas, así como integrantes del llamado “Grupo Masoísta” y los “Liberales Independientes” de Oriente se unirían para hacer surgir definitivamente el Partido Liberal, del que también serían fundadores el General José Lacret y Orestes Ferrara. Así quedaron unidos sus caudillos históricos José Miguel y Zayas, sin olvidar personalidades tan importantes como Juan Gualberto y otros. El 23 de mayo se proclama la candidatura presidencial de José Miguel Gómez, acompañado para la vicepresidencia por Alfredo Zayas. El generalísimo Máximo Gómez, deseoso de oponerse a la reelección del presidente Tomás Estrada Palma promueve la fundación del partido, destinado a convertirse en el de mayor duración en pleno funcionamiento y con el mismo nombre hasta 1959.
 
A Estrada Palma, acompañado por Domingo Méndez Capote, candidatos del Partido Moderado, se enfrentan Gómez y Zayas, pero el día anterior a los comicios para las Juntas de Escrutinios, previas a la elección general, es muerto a tiros en la ciudad de Cienfuegos el representante liberal Enrique Villuendas. No entraremos de lleno en esa vieja polémica. En tal ambiente la Convención Nacional Liberal presidida por Zayas acuerda el retraimiento en las elecciones del primero de diciembre de ese año (1905). Al celebrarse los comicios se informa de una votación efectiva de 327,974 de un censo electoral de 429,730. Según esos datos, la candidatura Estrada Palma-Méndez Capote obtiene 306,874 sufragios. Solo los aspirantes del Partido Moderado y algun independiente obtienen cargos por eleccion en medio de acusaciones de “copo” de fraude.
 
Algunos liberales elegidos en las elecciones inmediatamente anteriores, es decir, las parciales del 1904, solicitan la nulidad de los comicios y se entrevistan con el honrado Don Tomás, que rechaza la proposición. Generoso Campos Marquetti le dice claramente al señor Presidente…”la única vía que resta a los liberales es la de pronunciarse en armas frente a la impuesta reelección”. Se van creando, pues, las condiciones para el alzamiento que algunos llamarían “la guerrita de Agosto”.
 
Después de actividades tan poco recomendables como la destitución por el gobierno central de los 32 alcaldes liberales, se inicia la rebelión el 19 de agosto de 1906. Entre los liberales que pierden la vida está el legendario combatiente por la Independencia Quintín Banderas, uno de los primeros en unirse al alzamiento. Al ser capturado, solicita ser fusilado, pero la Guardia Rural se decide a machetearlo y es enterrado, completamente desfigurado, en el cementerio habanero, sin honores militares.
 
En definitiva, la administración se vio perdida ante el avance de los liberales y el enorme apoyo popular de que disfrutaban entonces y después. El 13 de septiembre de 1906 llegaron a La Habana los acorazados estadounidenses “Denver” y “Des Moines”. El Departamento de Estado había designado como “Comisionado de Paz” a William Howard Taft, Secretario de la Guerra, acompañado de Robert T. Bacón, subsecretario de Estado. Con el tiempo, Taft sería presidente de Estados Unidos (1909-1913). En aquellos días tenía vigencia todavía la “Enmienda Platt”, pero fueron los mismos cubanos los que propiciaron su utilización, ¿cómo negarlo?
 
Estrada Palma renunció el 28 de septiembre, ya había logrado la renuncia del vicepresidente Méndez Capote y del Consejo de Secretarios. El 29 de septiembre de 1906 se iniciaría la Segunda Ocupación o Segunda Intervención de Estados Unidos en Cuba. El propio Taft asumiría inicialmente las responsabilidades del gobierno hasta que se haría cargo del mismo la persona escogida, Charles Magoon, quien regiría Cuba a nombre del Presidente de EE.UU. hasta el 28 de enero de 1909 cuando el gran caudillo liberal, José Miguel Gómez, asumiría la Presidencia.
 
Así pasan tantos centenarios olvidados. El del gran Partido Liberal de mis mayores, fundado finalmente en abril de 1905 y el de la Guerra de Agosto de 1906. Tampoco debe olvidarse la triste conmemoración a que llegaremos este 29 de septiembre. No puede ser motivo de alegría el imprevisto cierre del primer capítulo de la historia de una flamante república. ¿Por qué acudimos tanto a la historia? Según Don Miguel de Cervantes, ella es “émula del tiempo, depósito de las acciones, testigo de lo pasado, y ejemplo y aviso de lo presente y advertencia de lo por venir”
 

Quintin Banderas